4.5.09

Herramienta útil, pero ¿la sabemos utilizar?


Apoyo la moción del sabio Hummel, nunca me hubiera pasado por la mente la idea de que lo que nos hace tan maravillosos como especie sea el pulgar, es algo que nunca había considerado y le agradezco a Prometeo el punto de vista ya que me puso a reflexionar.


Comenzando con mi tema, estoy convencido que no, no sabemos utilizar nuestro cerebro; talvez hemos tenido avances grandiosos a lo largo de nuestra existencia como humanidad, talvez han existido seres humanos brillantes que han sabido utilizar esta “herramienta”-a la cual yo denominaré: arma- pero como se ha desarrollado ampliamente en este blog, definitivamente el ser humano tiene un arma invaluable y nunca la ha sabido aprovechar.


Han existido civilizaciones grandiosas; los fenicios, los egipcios, los mesopotámicos, los griegos, entre otros. Pero reflexionemos, a decir verdad gran parte de los avances en ciencia, tecnología, astronomía y las artes han sido consecuencia del ocio y la casualidad.


Pero esta arma letal también se ha utilizado para autodestruirnos; creamos las religiones, el esclavismo, las guerras, el racismo, armas nucleares, armas bacteriológicas y “n” cantidad de inventos que han sido diseñados por mentes brillantes por un lado, pero al mismo tiempo mentes estúpidas e irresponsables.


Me imagino que los primeros hombres sabían por instinto que necesitaban vivir en grupo, se protegían entre sí y buscaban el bien común; ¿en qué momento el macho alfa decidió que otro macho de la manada era menos importante que él? Es verdad en la naturaleza siempre hay líderes, pero los líderes en el reino animal saben que todos los miembros son importantes, cada quien desempeña un rol, pero nunca uno que perjudique al bien común; entonces, ¿por qué el hombre inventó la esclavitud? Mi respuesta es por “hueva” (una de las palabras que más se escucha pronunciar en nuestra generación).


Por “hueva” y por la imbécil idea generada por esta arma llamada cerebro de superioridad. El grandioso Egipto con su magnificencia estaba sentado en bases de esclavitud, por la magnífica “idea” de que los Emperadores eran Dioses.


El grandioso Imperio de los Estados Unidos de Norteamérica, tan grandes y tan insignificantes que toleraron oficialmente hasta hace no mucho el racismo y extraoficialmente hasta nuestros días todavía prevalece. ¿Cómo es posible que como humanidad permitamos que la pigmentación de la piel dicte quién es inferior o superior?

Hombres de ciencia que han pasado a la historia como los más grandes, talvez de forma indirecta o directamente, quizá buscando el bienestar y el progreso de la humanidad, han contribuido a la creación de armas que nos tienen atemorizados a todos. Cuando estaban haciendo sus investigaciones, ese cerebro que presumimos que utilizaban como pocos, ¿no les alcanzó para prever las consecuencias negativas que estas podían traer?


Quiero retomar el tema de la “hueva”, estoy convencido que de las generaciones de los 80’s en adelante nos deberíamos de llamar así; no la generación “x” como algunos llamaron a la generación de los 90’s, deberíamos de ser llamados y estoy seguro que así nos recordaran las futuras generaciones; “la generación hueva”.


Es impresionante, tenemos tanta información a la mano, tantos recursos que podemos explotar y a la gran mayoría les da “hueva” hacer las cosas. Les da “hueva” pensar, planear, en resumen toda aquella actividad que implique salir del estado vegetativo en la que la mayoría se encuentran.


Me da mucho coraje ver a niños utilizar esta expresión nefasta que nos tiene paralizados como sociedad. Un niño es vitalidad, inquietudes, dudas, entusiasmo, ganas de descubrir al mundo y el ejemplo que les hemos dado es aprender a decirle a todo “que hueva”.


Ejemplificando esto, me sucedía en la Universidad-imagínense en una etapa de aprendizaje e investigación- hablaba por teléfono con algunos cuates y su respuesta a mi pregunta ¿Qué haces?, era: “echando la hueva”. O sea ¿a partir de cuándo esto es una actividad? Y a esto es a lo que me refiero en que muchos se encuentran en estado vegetativo, “echar la hueva” me suena a tener no la mente en blanco porque entonces estaríamos hablando de presencia de luz, no, estamos hablando de tener la mente en negro, sin ninguna idea, sin ninguna función neuronal más que aquellas que son involuntarias.


Que maravilloso es el cerebro, pero ¿para qué nos lo dan a una especie que no ha hecho más que desperdiciarlo? Ojalá generemos un cambio y motivemos a cuantos más podamos, porque está en esta arma el destino de nuestra existencia, utilicémosla para bien y seamos mejores día con día.


Y como dijo Mark Twain “Aléjate de la gente que trata de menospreciar tus ambiciones. La gente pequeña siempre lo hace, mientras que la gente realmente grande te hace sentir que tú también puedes serlo de alguna forma”





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