23.4.09

La pasión que une naciones.


Hoy es mi primera entrada con un tema para causar polémica entre los autores de este blog. Ayer pensando en el tema a exponer hoy, decidí leer las entradas del otro blog en el que escribe Hummel que es http://theneworder24.blogspot.com, de nuevo impactado con toda la sapiencia que plasma en este libro abierto que es la red, quedé con un sabor de boca muy grato lleno de satisfacción y reto.

En varias de sus entradas Hummel hace referencia a un tema que en lo particular “me pico la cresta” y es como dice el Sr. Luis Omar Tapia: “El deporte más hermoso del mundo”, el fútbol.

Habla de que si le dedicáramos el tiempo y el dinero que utilizamos en fútbol en la ciencia, al arte, seríamos completamente otra civilización; más culta, con personas ávidas por el conocimiento para a fin de cuentas poder llegar a la verdad. Que si no existiera el fútbol o que si tuviera un papel menos importante a nivel mundial, tendríamos más Mozarts, Jobs, Galileos, Trumps, Einsteins, Slims etc.

Y he aquí mi punto de vista al respecto.

A finales de la Edad Media
y siglos posteriores se desarrollaron en las Islas Británicas y zonas aledañas distintos juegos de equipo, a los cuales se los conocía como códigos de fútbol. Con el tiempo fueron surgiendo distintos deportes derivados cada quien con sus reglas.

Hasta que un día tocado con la mano de la deidad (26 de octubre de 1863) un visionario inició una serie de reuniones entre 12 clubes de distintas escuelas londinenses con el objetivo de crear un código de fútbol universal y definitivo.

Después de mucho pensar y proyectar sus ideas a futuro Ebenezer Cobb Morley comenzó una de las tradiciones más grandes en la humanidad: combinar la cerveza con el fútbol -imagínense desde el día de su nacimiento están juntos- citó a todos los involucrados en la Taberna Freemason’s para de una vez por todas crear el código necesario que guiara la pasión de gran parte de la humanidad.

Se tomaron unas cervezas, discutieron todo como caballeros visionarios que eran y llegaron a acuerdos que han durado para siempre y así es como el 8 de diciembre del mismo año se logró el consenso para establecer 14 reglas
del nuevo código, el cual recibiría el nombre de association football.

Y a partir de este momento se comienza a escribir una historia llena de fanatismo, de odio, de rivalidades y de violencia es verdad; pero también de pasión, de amor a una camiseta, de entrega, de batallas épicas, sentimientos que han unido a una gran porcentaje de la raza humana alrededor de un balón de cuero de medida no. 5.

Este deporte tiene un momento sublime que muy pocos otras actividades pueden presumir tener, el momento del gol; el ritmo cardiaco se acelera, las gargantas se abren al máximo para gritarlo, todas las mentes voltean al cielo agradeciéndole a los dioses, por el otro lado el sentimiento del rival es igual de fuerte: se pierde la respiración por unos segundos, se abren las gargantas para gritar vituperios y con el corazón destrozado se alienta al equipo.

Es un momento que combina tantos sentimientos y en tantas mentes y corazones alrededor del mundo, porque este deporte también ha sido una de las armas para hacer crecer nuestra amada globalización, que no importa en que rincón del planeta te encuentres pero si eres hincha del Manchester United y Wayne Rooney anota, el sentimiento es el mismo, no importa la raza, género, religión, idioma, nada de eso es importante a la hora de “sentir” un gol.

Y es que este sentimiento no lo provocan exclusivamente los equipos que tienen muchos hinchas. Nada más basta con 2 jugadores y echarse una “cascarita” en donde el esférico no existe y es sustituido por un bote de frutsi y los postes de la portería son sustituidos por 2 piedras, para que en el momento que logras evadir a tu rival y anotes el tan ansiado gol, te invadan las sensaciones antes descritas.

Y es que sin el fútbol desde mi punto de vista ya no existiría la humanidad, habría mucho más guerras de las que ya existen, las guerras civiles serían más frecuentes, ya que el odio real, lo hemos logrado modificar por el odio deportivo. Si no preguntémosle a los ingleses y a los argentinos, cada que se encuentran en el campo de batalla de 120 x 90 m. sienten que de nuevo están peleando por las Malvinas. Y conservan el recuerdo de cada una de estas batallas, es verdad en el campo y en la tribuna hay violencia, pero hasta ahora no se han perdido tantas vidas como en una guerra.

Este deporte lo hemos desarrollado todos los pueblos de alguna forma, los ingleses lo crearon, se expandió en Europa y cada pueblo tiene su forma característica de juego. Pero gracias a los dioses llegó al continente americano y le agregamos nuestra forma picante de ver la vida y el juego se hizo más vistoso. Hoy en día el continente asiático le esta poniendo su sello con la velocidad y piruetas extravagantes, por otro lado en el continente africano, están aprovechando el poder del físico, son altos, fuertes y muy veloces, desde mi punto de vista no creo morirme sin ver a una nación africana campeona del mundo.

Así que bendigamos a este deporte, postrémonos ante su magnificencia y disfrutemos de sus placeres banales que le dan tanta satisfacción a millones de personas en el mundo.

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